Es un lugar de importancia simbólica en el románico de Aguilar de Campoo, Palencia y de toda España. La iglesia de este monasterio premostratense es del siglo XIII, constituida por tres naves y sus respectivos ábsides -sólo se conservan dos- sujeto todo ello por pilares cruciformes. Exteriormente es muy destacable la gran espadaña y la portada de tres arquivoltas abocinadas sobre parejas de columnas acodilladas.El claustro data del siglo XIII, disponiendo de arquerías de medio punto que descansan sobre columnas decoradas con capiteles y cimacios que culminan y adornan la planta baja.
Los orígenes del cenobio aguilarense se remontarían, según la leyenda y la tradición, al año 822, cuando un personaje de nombre Alpidio, mientras practicaba la caza por la zona, descubrió unos templos con reliquias excavados en las rocas.
Rápidamente avisaría a su hermano Opila, abad de un monasterio cerca del río Ebro denominado San Miguel de Tablada, quien decidió que era un buen lugar para establecer una nueva comunidad monástica, la cual, siempre según la tradición y en base a fuentes bastante controvertidas, en el año 950 y de la mano de Osorio Armíndez adoptaría la regla benedictina.
Las primeras noticias del todo contrastadas sobre el Monasterio de Aguilar se remontarían por lo tanto al año 1020, apareciendo citada en el Cartulario Aguilarense una comunidad dúplice (masculina y femenina) que rápidamente iría creciendo en riquezas y heredades durante el siglo XI gracias a las generosas donaciones y privilegios con que fue beneficiado, entre otros, por parte de la influyente Condesa Ofresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario